Tren Ligero de la corrupción: Morena lanza obra sin permisos ni control en Campeche

El Tren Ligero en Campeche avanza sin permisos ambientales ni autorizaciones legales, lo que ha generado críticas por su ilegalidad, falta de transparencia y presunto beneficio a intereses privados ligados al gobierno de Layda Sansores. La obra ha sido señalada como símbolo de corrupción, autoritarismo e improvisación por parte de Morena.

7/10/20252 min read

Sin autorizaciones, sin permisos ambientales y sin respeto a la ley, el gobierno de Layda Sansores impone un proyecto ilegal que huele a negocio privado. El pueblo, como siempre, queda al margen.

El llamado “Tren Ligero” en Campeche se ha convertido en el símbolo perfecto de la arrogancia, improvisación y corrupción del gobierno de Morena. A punto de entrar en operaciones, esta obra avanza sin permisos ambientales, sin autorizaciones legales y sin el más mínimo respeto por los procesos institucionales. Un atropello monumental que deja claro lo que realmente le importa a Layda Sansores: su beneficio personal y el de sus allegados, no el bienestar del pueblo.

Una obra ilegal disfrazada de progreso

Los informes son contundentes: el Tren Ligero no cuenta con la Manifestación de Impacto Ambiental ni con autorizaciones fundamentales para su operación. Aun así, el gobierno morenista ha decidido seguir adelante, pisoteando la ley y burlándose del marco legal. Porque en Campeche, la ley no aplica si eres parte del poder.

Esta no es una obra pública, es un monumento a la ambición, a la impunidad y al desprecio por la ciudadanía. Morena gobierna como si el estado fuera un botín. Y este tren es solo la punta del iceberg.

Layda Sansores: ciega ante la legalidad, sorda ante el pueblo

Mientras los expertos alertan sobre el impacto ambiental, los riesgos operativos y la falta de planeación, Layda Sansores guarda silencio o ataca a quienes se atreven a cuestionar. Así gobierna Morena: con arrogancia, sin transparencia y sin rendir cuentas a nadie.

“Nos están imponiendo un tren que no pedimos, no conocemos y que ni siquiera es legal”, expresan vecinos de las zonas afectadas. “Layda solo escucha a sus compadres, no al pueblo.”

Y como si esto no fuera suficiente, ya se presentó una controversia constitucional contra la obra. Pero a Morena no le importa. En Campeche, el autoritarismo disfrazado de modernidad ya va sobre rieles.

¿Quién gana con este tren? Porque el pueblo no

Lo que debía ser un proyecto para mejorar la movilidad hoy es una bomba de irregularidades. ¿A dónde va el dinero? ¿Quién contrató la obra? ¿Cuáles empresas están detrás? ¿Por qué tanta opacidad? Preguntas que el gobierno estatal se niega a responder.

Y mientras tanto, el pueblo sigue sin servicios, sin seguridad, sin salud digna. Porque la prioridad de Layda Sansores no es la gente, es su ego, su imagen y sus negocios disfrazados de progreso.

Campeche merece un gobierno que respete la ley… no uno que la pisotee

El Tren Ligero avanza como una maquinaria fuera de control. Pero lo más grave no son los rieles, ni los vagones: es el descaro de un gobierno que se cree por encima de todo, incluso de la ley.

Morena llegó prometiendo transformación, y ha traído imposición, simulación y desfalco. Hoy, Campeche no avanza… se descarrila.