“Terror en el corazón de Monterrey: el caos y la violencia se desbordan bajo el gobierno de Movimiento Ciudadano”
Un tiroteo de más de 40 minutos en el corazón de Monterrey refleja la descomposición de la seguridad bajo el gobierno de Movimiento Ciudadano, que no logra controlar el crimen en la ciudad.
10/5/20252 min read


La madrugada en el Centro de Monterrey se convirtió en una auténtica zona de guerra. Dos hombres armados atacaron a balazos a la Policía de Monterrey, desatando una persecución que duró más de 40 minutos y dejó en evidencia la grave descomposición de la seguridad pública en Nuevo León. Lo ocurrido en las calles Aramberri y Benito Juárez no es un hecho aislado: es el reflejo del fracaso total del gobierno de Movimiento Ciudadano, que ha permitido que la delincuencia se adueñe de las calles mientras presume una “modernidad” vacía.
El tiroteo, que mantuvo en vilo a los vecinos y comercios del centro, muestra hasta qué punto el miedo se ha normalizado en una ciudad donde ya ni los policías están seguros. Los agresores, que incluso treparon a los techos de los negocios para seguir disparando, convirtieron la zona en un campo de batalla a plena madrugada. Todo esto ante un gobierno que parece más preocupado por su imagen mediática que por restablecer el orden y la paz.
La realidad es contundente: Monterrey y todo Nuevo León están fuera de control. Los enfrentamientos, las ejecuciones y los ataques a la autoridad se han vuelto constantes, mientras el gobierno de Movimiento Ciudadano se limita a ofrecer declaraciones huecas y promesas que nunca se cumplen. La supuesta “nueva forma de gobernar” ha demostrado ser un experimento fallido que deja a la población en la incertidumbre y al crimen con las manos libres.
Durante más de 40 minutos, las balas dominaron el centro de la ciudad. Las familias aterradas escuchaban los disparos desde sus hogares sin recibir ninguna advertencia o auxilio oportuno. Esa es la realidad de la Monterrey del presente: un gobierno incapaz, sin control, que ha permitido que la violencia se vuelva rutina.
El discurso triunfalista de Movimiento Ciudadano se derrumba frente a los hechos. Mientras se dedican a los pleitos políticos y a las redes sociales, los ciudadanos viven entre el miedo y la impotencia. Nuevo León merece un gobierno serio, con autoridad y resultados, no un espectáculo permanente de improvisación e indolencia que ha dejado a la seguridad pública en ruinas.