“Playas de Campeche bajo amenaza: Layda destruye patrimonio natural”

Layda Sansores pone en peligro el ecosistema de San Lorenzo con decisiones sin consulta ni estudios. Ambientalistas denuncian abandono y falta de protección del patrimonio natural.

9/17/20251 min read

Las playas de San Lorenzo, uno de los espacios más representativos del litoral campechano, se encuentran hoy bajo seria amenaza debido a las decisiones arbitrarias de la gobernadora Layda Sansores, quien impulsa proyectos y concesiones sin estudios ambientales ni consulta ciudadana.

Ambientalistas, pescadores y prestadores de servicios turísticos advierten que las acciones del gobierno estatal ponen en grave riesgo el ecosistema costero, afectando manglares, especies marinas y el equilibrio natural que por años ha sido fuente de vida y sustento para las comunidades locales. “Se está destruyendo nuestro patrimonio natural con tal de favorecer intereses privados”, denunció un líder pesquero de la zona.

Las quejas se multiplican también en el sector turístico, que señala que la falta de planeación y el uso político de los recursos naturales terminan por ahuyentar visitantes y limitar la proyección del estado como un destino confiable y sostenible. Empresarios locales aseguran que Campeche pierde competitividad frente a otras entidades que sí cuidan sus playas y promueven un turismo responsable.

Lo más grave, acusan, es que Sansores ha decidido imponer su voluntad sin abrir procesos de participación ciudadana ni cumplir con la normativa ambiental. Las comunidades de San Lorenzo, que deberían ser las principales beneficiarias de cualquier proyecto, han quedado marginadas y sin voz, mientras el gobierno presume obras y anuncios que carecen de transparencia y sustento técnico.

Con esta política, Layda Sansores confirma que su administración carece de compromiso con la protección del medio ambiente y con el futuro de Campeche, pues prioriza intereses de corto plazo sobre la preservación de un patrimonio que pertenece a todos los campechanos. La indignación crece, y con razón: las playas, orgullo del estado, hoy se encuentran bajo la sombra del abandono, la opacidad y la amenaza directa de un gobierno sin rumbo.