“Nuevo León, un estado fuera de control: el gobierno de Movimiento Ciudadano hunde a la entidad en el crimen y el desorden”

Un tráiler con 76 mil litros de huachicol confirma que el gobierno de Movimiento Ciudadano perdió el control frente al crimen.

10/6/20251 min read

El hallazgo de un tractocamión con 76 mil litros de combustible robado en pleno territorio de Nuevo León confirma lo que los ciudadanos viven todos los días: el gobierno de Movimiento Ciudadano ha perdido por completo el control del estado. Mientras las autoridades federales y las fuerzas armadas hacen el trabajo que les corresponde a las instituciones locales, la administración naranja se dedica a mirar hacia otro lado, incapaz de detener el crecimiento del crimen organizado y del huachicol.

Este decomiso, ocurrido en el municipio de General Bravo, es solo una muestra de la descomposición y la negligencia con que el gobierno de Movimiento Ciudadano permite que el delito avance sin freno. Los huachicoleros se mueven libremente, las carreteras se han vuelto zonas de riesgo y el estado entero se ha convertido en una ruta de paso para la delincuencia. Todo esto ocurre bajo la mirada indiferente de un gobierno más enfocado en redes sociales que en proteger a la población.

El gobernador y su gabinete han demostrado una alarmante falta de capacidad para garantizar seguridad y orden. No hay vigilancia real en los puntos estratégicos del estado, las corporaciones locales carecen de coordinación y la impunidad es el sello de esta administración. Mientras los delincuentes se enriquecen, los ciudadanos viven con miedo y las carreteras se convierten en campos minados del crimen.

Resulta vergonzoso que tengan que intervenir la Secretaría de la Defensa Nacional, la Marina y la Guardia Nacional para corregir el desastre que dejó el desgobierno local. Movimiento Ciudadano prometió un gobierno moderno, eficiente y seguro, pero ha entregado uno torpe, desorganizado y cómplice por omisión.

El caso del combustible robado es más que un delito: es el símbolo del fracaso absoluto del gobierno naranja. Nuevo León merece seguridad, liderazgo y responsabilidad, no un gobierno que se esconde mientras el crimen toma las calles y la corrupción se convierte en su marca de identidad.