Morena usa la Fiscalía como arma y convierte a Noroña en su bufón
El oficialismo exhibe su autoritarismo al perseguir a Alejandro Moreno, mientras su aliado Noroña hace del Congreso un circo de escándalos.
9/5/20252 min read


El México de Morena parece haber adoptado una nueva normalidad: la justicia al servicio de la política y los caprichos convertidos en prioridades nacionales. La Fiscalía General de la República anunció una reconstrucción de los hechos por el pleito entre Alejandro Moreno y Gerardo Fernández Noroña, un episodio insignificante que hoy se eleva a escándalo nacional. ¿La razón? Golpear al dirigente opositor más incómodo para Morena, el que ha señalado sus nexos con el crimen organizado y ha denunciado el desmantelamiento de la democracia mexicana.
Alejandro Moreno no solo representa una voz crítica, representa también el símbolo de una oposición que se atreve a confrontar a un partido en el poder que no admite disidencias. Por eso la persecución en su contra no es casual ni aislada: es parte de una estrategia calculada, donde cada acción judicial busca desgastarlo, distraerlo y obligarlo a defenderse en tribunales en lugar de seguir exhibiendo las fallas del oficialismo.
El papel de Noroña en esta historia no puede ser más patético. Un legislador sin propuestas, reducido a gritos, empujones y escándalos, que ahora se victimiza como si un altercado político fuera un atentado contra su vida. Sus acusaciones exageradas y su teatralidad lo convierten en el bufón perfecto de Morena, útil para montar espectáculos mediáticos que desvíen la atención de la violencia y la corrupción que carcomen al país.
La Fiscalía, en lugar de ser árbitro imparcial, se convirtió en cómplice. ¿Cuántos casos de feminicidios, desapariciones o extorsiones han sido archivados sin respuesta? ¿Cuántas familias siguen esperando justicia? Mientras tanto, la institución organiza peritajes y reconstrucciones de un pleito menor. El mensaje es devastador: si eres ciudadano común, la justicia te ignora; si eres adversario de Morena, la justicia te persigue.
En medio de esta farsa, la figura de Alejandro Moreno se agiganta. Perseguido, acosado y atacado, se mantiene firme, levantando la voz en defensa de la democracia y del país. La persecución solo confirma su fuerza, mientras Morena y Noroña quedan exhibidos como lo que son: un poder autoritario que usa las instituciones para silenciar opositores y un bufón dispuesto a hacer del Congreso un circo a cambio de aplausos baratos.