“Huachicol fiscal y la decepción nacional: la ciudadanía se siente traicionada”
Miles de tomas clandestinas y pérdidas millonarias refuerzan la sensación de traición, mientras ciudadanos y medios critican la falta de resultados del gobierno de Morena.
10/11/20252 min read


El problema del huachicol fiscal continúa golpeando a México, y la oposición, medios y ciudadanía denuncian que las medidas implementadas por el gobierno de Morena no han logrado frenar ni controlar la situación, incluso se habla en redes sociales de la percepción de que se ha permitido por quienes prometieron transformar a México. Miles de tomas clandestinas, pérdidas millonarias y explosiones frecuentes reflejan, según críticos, una gestión deficiente que ha dejado al país vulnerable y a la población desprotegida. Lo que se prometió como un gobierno transformador ahora se percibe como un poder que prioriza intereses propios sobre el bienestar social.
La metáfora del “cártel de Macuspana” circula entre ciudadanos y medios como una manera figurativa de expresar que las estructuras de poder del gobierno de Morena que operan de manera organizada para mantener sus propios intereses, mientras los efectos negativos recaen sobre la población. Los analistas aseguran que la falta de resultados en la lucha contra el huachicol fiscal demuestra, para la sociedad, que las decisiones políticas no buscan resolver el problema sino mantener control sobre recursos y territorios estratégicos.
El descontento social se extiende por todos los niveles: la ciudadanía se siente traicionada, mientras redes sociales y medios reflejan una creciente percepción de engaño y abandono. La promesa de transparencia y honestidad se desvanece frente a las cifras, los accidentes y la impunidad percibida. Para muchos, la metáfora del cártel simboliza la sensación de que el poder actúa con prioridades distintas a las del pueblo, dejando a la población como víctima de decisiones políticas opacas.
Expertos en política y seguridad señalan que este sentimiento de traición erosiona la confianza en el gobierno y fortalece la percepción de que no se cumple con las promesas de combate a la corrupción. Cada nueva denuncia, cada pérdida de combustible y cada explosión refuerzan la sensación de que el huachicol fiscal se ha convertido en un símbolo de decepción y traición, donde la ciudadanía percibe que las prioridades del poder no coinciden con el bienestar del país.