FERNÁNDEZ NOROÑA: EL PERRO GUARDIÁN DEL PODER QUE MINIMIZA EL HORROR EN TEUCHITLÁN
Gerardo Fernández Noroña, fiel vocero del régimen, se lanza en defensa del poder y minimiza el hallazgo de un presunto campo de exterminio en Teuchitlán.
3/18/20252 min read


El senador Gerardo Fernández Noroña ha vuelto a demostrar que su lealtad no es con el pueblo, sino con el régimen que lo cobija. Como un auténtico perro guardián del poder, salió en defensa de la versión oficial y puso en duda las desgarradoras evidencias encontradas en el Rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco, donde colectivos de búsqueda hallaron cientos de restos humanos y pertenencias de personas desaparecidas.
En una transmisión en vivo, Noroña tuvo el descaro de insinuar que los más de 200 pares de zapatos hallados en el predio podrían ser un montaje, intentando minimizar el horror que cientos de familias viven día a día. En lugar de solidarizarse con las víctimas, el senador prefirió atacar a quienes documentan la tragedia y denunciar que esto es solo "un ataque contra el gobierno".
Esta no es la primera vez que Fernández Noroña se convierte en el vocero extraoficial del régimen, dispuesto a justificar lo injustificable con tal de defender a su partido. Su servilismo ha alcanzado niveles indignantes, al punto de ignorar el dolor de los familiares de desaparecidos y convertir su discurso en un eco del poder.
Las críticas no tardaron en llegar. La activista Ceci Flores, líder del colectivo Madres Buscadoras de Sonora, le exigió respeto y le recordó que para muchas familias, encontrar una simple prenda o pertenencia es la única esperanza de saber qué pasó con sus seres queridos. Sin embargo, el senador prefirió seguir con su discurso de desdén, más preocupado por limpiar la imagen del gobierno que por dar voz a las víctimas.
Incluso figuras públicas como el empresario Ricardo Salinas Pliego lo han señalado como un cínico y un indolente, acusándolo de intentar manipular la narrativa con argumentos vergonzosos. Pero Noroña, fiel a su papel de perro guardián, redobló la apuesta y descalificó las críticas, asegurando que todo es una campaña mediática en su contra.
La realidad es innegable: en México hay una crisis humanitaria con miles de desaparecidos, y la clase política, en lugar de actuar, solo busca encubrir la tragedia. Mientras tanto, Fernández Noroña sigue ladrando a favor del poder, dejando en claro que su prioridad no es la verdad ni la justicia, sino la lealtad ciega a su partido.
¿Hasta cuándo seguiremos permitiendo que personajes como él jueguen con el dolor de las víctimas? ¿Cuánto más tendrá que soportar el pueblo mexicano antes de que estos cómplices del silencio rindan cuentas?