El PAN se separa del PRI y apoya las reformas de MORENA.
El panismo traiciona a sus militantes y votantes que confiaron en la alianza en las pasadas elecciones.
1/6/20252 min read


l Partido Acción Nacional (PAN) ha dado un giro inesperado en su postura política tras los comicios de 2024. Frente a los resultados adversos y el creciente peso de los programas sociales en la narrativa gubernamental, el partido ha decidido respaldar buena parte de las políticas sociales impulsadas por Morena en el Congreso.
Durante el primer periodo ordinario de sesiones del nuevo Congreso, el PAN aprobó el 46.4% de las iniciativas presidenciales, incluidas 13 reformas clave: siete impulsadas por Andrés Manuel López Obrador y seis más por la presidenta Claudia Sheinbaum.
Sin embargo, esta estrategia no significa un respaldo incondicional. Los panistas han mantenido su oposición en temas como la Reforma Judicial, la desaparición de órganos autónomos y las restricciones al funcionamiento de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Además, han rechazado 15 iniciativas presidenciales en la Cámara de Diputados y 14 en el Senado, mostrando su desacuerdo en áreas sensibles como el Paquete Económico 2025.
El cambio más notorio en la postura del PAN radica en su apoyo a las reformas sociales. Aunque en ocasiones el partido ha expresado reservas durante el debate en comisiones, finalmente ha votado a favor en el pleno para evitar "mensajes equivocados" a los ciudadanos.
Según Ricardo Anaya, senador del PAN y excandidato presidencial, esta decisión busca dejar claro que los programas sociales no son propiedad exclusiva de Morena. "Votamos a favor para garantizar que estos derechos permanezcan en la Constitución, sin importar quién esté en el gobierno", afirmó Anaya.
A pesar de su apoyo generalizado a las iniciativas sociales, el PAN ha utilizado los debates para marcar distancia ideológica. Por ejemplo, respaldó la reforma en Bienestar Animal, pero señaló la falta de medidas específicas contra las corridas de toros y las peleas de gallos. Lo mismo ocurrió con la prohibición de cigarros electrónicos y vapeadores, que el partido calificó como una medida "absurda" e insuficiente frente al tráfico de drogas más peligrosas, como el fentanilo.
El respaldo estratégico del PAN a las políticas sociales de Morena revela una apuesta por reposicionar su narrativa política, buscando conectar con un electorado que ve los programas sociales como un logro tangible. Sin embargo, este apoyo también supone un desafío interno para un partido tradicionalmente crítico de la visión centralista de Morena.
La nueva estrategia panista plantea una pregunta central: ¿será capaz el PAN de capitalizar su respaldo a estas iniciativas sin perder su identidad opositora?