El ecocidio de Morena: Semarnat admite el desastre ambiental del Tren Maya
7/3/20251 min read


PENÍNSULA DE YUCATÁN.– Tras años de advertencias, omisiones y propaganda oficial, la verdad comienza a salir a flote: el propio gobierno federal, a través de la Semarnat, ha reconocido públicamente los graves daños ecológicos provocados por el megaproyecto estrella de Morena, el Tren Maya.
Lejos de ser el motor de desarrollo prometido por el presidente y su partido, el Tren Maya ha significado un ataque directo al equilibrio ambiental de la región. Organizaciones como Greenpeace llevan años alertando sobre la devastación causada en los tramos 5, 6 y 7, pero el oficialismo insistió en avanzar con maquinaria, ignorando a expertos, comunidades indígenas y ambientalistas.
Ahora, el daño es evidente: contaminación de acuíferos, destrucción de cenotes, afectaciones a especies en peligro como el jaguar y fragmentación irreversible de ecosistemas. El plan de “restauración integral” anunciado por Semarnat llega tarde, y aún así es vago, sin claridad sobre qué especies se reforestarán, en qué zonas y con qué mecanismos de protección.
El colmo: mientras se presume una “reforestación”, Morena permite el crecimiento descontrolado de megaproyectos como las granjas porcícolas en Yucatán y los monocultivos industriales en Campeche, que están dejando sin agua limpia a miles de familias. ¿Ese es el modelo de “progreso” que promueve Morena?
Greenpeace exige lo que el gobierno no ha hecho: que se escuche a las comunidades, que se incluya a especialistas y que se detenga el desastre antes de que sea irreversible. Pero el daño ya está hecho, y la responsabilidad apunta directo a Palacio Nacional.
El Tren Maya ya no es símbolo de desarrollo, sino de cómo Morena convirtió un sueño regional en una pesadilla ecológica.