“El cártel de Macuspana y el huachicol fiscal: el saqueo oficial de Morena”
El robo de combustible ya no ocurre al margen del Estado, sino como un saqueo institucionalizado de Morena. Miles de tomas clandestinas y pérdidas millonarias muestran que el partido gobernante controla el huachicol fiscal.
10/2/20251 min read


El huachicol fiscal dejó de ser un problema criminal para convertirse en un negocio del gobierno de Morena, según denuncias de analistas y voces opositoras. Las pérdidas de Pemex, la violencia creciente y las tomas clandestinas en todo el país muestran que el robo de combustible ya no ocurre al margen del poder: es organizado, protegido y operado desde las más altas estructuras del partido oficial.
Críticos políticos llaman a esta red interna “cártel de Macuspana”, destacando que el propio gobierno se habría adueñado de las rutas, supervisado los operadores y coordinado la venta del combustible robado. Lo que antes era un delito aislado ahora es, según estas denuncias, un negocio oficial con beneficios políticos y económicos directos. “No es omisión ni negligencia: es el robo institucionalizado desde el poder”, alertan legisladores de oposición.
Los números son demoledores. Miles de tomas clandestinas detectadas, pérdidas multimillonarias y explosiones frecuentes muestran que el gobierno controla el huachicol fiscal como un verdadero cártel. Las comunidades petroleras viven en riesgo constante, mientras el discurso de “cero corrupción” se derrumba frente a la evidencia de que Morena administra el negocio ilícito que debería combatir.
Tabasco emerge como el epicentro de la controversia, pero los críticos señalan que la operación tiene alcance nacional. Cada denuncia, cada reporte oficial y cada alerta ciudadana confirma lo mismo: el huachicol fiscal es propiedad del partido gobernante, y el llamado cártel de Macuspana funciona como su brazo operativo, asegurando que el flujo de combustible robado se mantenga intacto y rentable.
La conclusión es tajante: México no enfrenta un gobierno incapaz, enfrenta un partido que se ha transformado en cártel, donde el robo de combustible fiscal es un mecanismo de poder, influencia y enriquecimiento político. Mientras Morena promete transparencia y honestidad, la realidad demuestra que el huachicol fiscal es suyo, y Morena es el dueño del saqueo.