Chihuahua, bajo fuego: la violencia se desborda y el gobierno panista de Maru Campos brilla por su ausencia

Chihuahua, Chih., julio 2025 — La capital del estado vive una de sus semanas más sangrientas del año, mientras el gobierno panista de Maru Campos se mantiene ausente, minimiza cifras y se niega a asumir su responsabilidad frente a una violencia que se ha convertido en el pan de cada día para miles de familias.

Con 17 homicidios dolosos registrados solo en lo que va de julio —y 7 en los últimos tres días—, la ciudad ha sido escenario de ejecuciones, hallazgos de cuerpos y asesinatos dentro de asilos, sin que la administración estatal ni la municipal puedan ofrecer soluciones reales. Peor aún, el propio comisario de Seguridad Pública, Julio César Salas González, ha intentado justificar la ola de crímenes, argumentando que “todavía estamos por debajo del promedio crítico”.

Esta postura indiferente refleja el fracaso del PAN en materia de seguridad en la entidad. Mientras las cifras se disparan y la población vive con miedo, el gobierno panista se escuda en tecnicismos, sin enfrentar con seriedad al crimen organizado, al que se atribuye el 85 % de los homicidios recientes.

Tan solo esta semana, una mujer fue encontrada sin vida en el camino a Carrizalillo, y el martes se contabilizaron 10 homicidios, cifra alarmante que parece no inmutar a las autoridades estatales.

El colapso de la seguridad en la capital chihuahuense no es nuevo, pero ha alcanzado niveles críticos bajo la gestión de Maru Campos, quien llegó al poder con promesas de cambio, pero hoy deja a la ciudadanía en la indefensión total. Mientras los crímenes se multiplican, no hay una estrategia efectiva ni coordinación clara con instancias federales o municipales.

La realidad es que Chihuahua arde mientras el PAN mira hacia otro lado. La población, víctima constante de la violencia, exige respuestas, pero sobre todo, exige que el gobierno deje de tapar el sol con un dedo y asuma su responsabilidad por un estado que se les fue de las manos.