Balacera en Chalco exhibe el fracaso de Delfina Gómez para garantizar seguridad en Edomex

Valle de Chalco, Estado de México, 9 de mayo de 2025

La inseguridad en el Estado de México sigue desbordada y golpeando con fuerza a miles de familias que solo quieren vivir en paz. Bajo el gobierno de Delfina Gómez, los hechos violentos no dan tregua ni siquiera cuando las autoridades intentan hacer operativos para combatir delitos como el robo de autopartes. La violencia, el caos y la impunidad parecen haberse normalizado en el estado.

La tarde del jueves, un operativo interinstitucional en Valle de Chalco terminó en una balacera entre civiles armados y fuerzas de seguridad, en un hecho que sembró el terror entre los vecinos de la colonia Guadalupana. El Operativo Fortaleza, que buscaba recuperar autopartes robadas, fue recibido a tiros por presuntos delincuentes. Lo que debía ser una acción para restablecer el orden, se convirtió en otro episodio de violencia descontrolada.

Ni la presencia del Ejército, ni la Marina, ni la Guardia Nacional impidieron que un grupo de hasta 40 personas enfrentara a las autoridades a pedradas, botellazos y luego a balazos. El mensaje es claro: la delincuencia se siente cómoda operando en el Estado de México, mientras el gobierno de Delfina Gómez mantiene un silencio que desespera y una tibieza que indigna.

Los habitantes del Estado de México viven con miedo. Salir a trabajar, caminar por la calle o simplemente estar en casa se ha vuelto un riesgo permanente. En lugar de avanzar, el estado retrocede en materia de seguridad. Las balaceras ya no son noticia excepcional: se han convertido en parte del paisaje cotidiano bajo una administración que parece estar más preocupada por complacer al poder central que por proteger a sus ciudadanos.

Delfina Gómez se ha ganado el título de la gobernadora incómoda, no por ser disruptiva o audaz, sino porque su falta de acción e incapacidad para garantizar la seguridad hacen que millones de mexiquenses se sientan cada vez más desprotegidos. La gobernadora prometió un cambio, pero lo único que ha cambiado es la percepción de que ahora el crimen actúa con mayor libertad.

Los ciudadanos exigen respuestas, no excusas. El Estado de México necesita liderazgo firme, estrategia real y compromiso con la seguridad pública. Hoy, lo único claro es que bajo Delfina Gómez, el miedo sigue mandando en las calles.