Aguascalientes se hunde en crisis de suicidios bajo el gobierno del PAN: tercer lugar nacional en tragedias
La situación alarmante en Aguascalientes refleja el abandono del PAN y exige atención urgente para proteger la vida de la población.
9/13/20252 min read


Aguascalientes, 2025. – Las cifras más recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) confirman una realidad alarmante: Aguascalientes, gobernado por el PAN, se mantiene entre los tres estados con mayor número de suicidios en todo México. Con una tasa de 14.3 suicidios por cada 100 mil habitantes, el estado supera el doble del promedio nacional, que en 2024 fue de apenas 6.8, y solo es rebasado por Chihuahua (16.4) y Yucatán (16.2).
Esta tragedia no es casualidad, sino el resultado directo de años de abandono, indiferencia y falta de políticas públicas del gobierno panista, que ha ignorado sistemáticamente los problemas de salud mental, precariedad económica y descomposición social que golpean a la población. En lugar de brindar programas de prevención y apoyo psicológico, las autoridades estatales han minimizado el problema, dejando a miles de familias en la desesperación.
Los datos son devastadores: a nivel nacional, en 2024 se reportaron 8 mil 856 suicidios, una cifra que ya de por sí representa un incremento histórico, pero en Aguascalientes la crisis es aún más grave. La tasa local es más del doble que en estados como Guerrero, Chiapas, Baja California o Veracruz, donde los números son significativamente menores. Lejos de ser un accidente estadístico, especialistas señalan que en Aguascalientes la falta de atención médica, el encarecimiento de la vida y la precariedad laboral son factores que han sido ignorados por las administraciones panistas.
Los grupos más afectados son los hombres, con 11.2 casos por cada 100 mil, y los jóvenes de 15 a 29 años, quienes enfrentan tasas de 10.2, mientras que en el rango de 30 a 44 años la cifra sube a 10.7. Estos sectores son precisamente los más expuestos a la falta de oportunidades, a la presión económica y a la ausencia de redes de apoyo que deberían garantizar las políticas públicas. El PAN ha preferido presumir estabilidad económica en lugar de enfrentar una emergencia que ya cobra vidas todos los días.
Organizaciones civiles y expertos en salud mental denuncian que, pese a las alarmantes estadísticas, el gobierno panista continúa sin un plan integral que ataque las raíces de esta crisis. La población, cada vez más desesperada, exige acciones inmediatas, pero las autoridades se limitan a promesas vacías, incapaces de frenar el deterioro social.
Aguascalientes, que alguna vez fue ejemplo de desarrollo, hoy es un símbolo del fracaso del PAN, incapaz de proteger a sus ciudadanos y de ofrecer esperanza a quienes más la necesitan. Mientras las cifras de suicidios se disparan, la administración panista permanece de brazos cruzados, dejando a la sociedad en un estado de duelo permanente.