¡Adiós al show criminal! Carabineros decidirá hasta el último paso de los funerales de narcos

Una controvertida ley en Chile otorga a Carabineros el control total sobre los funerales de narcotraficantes. ¿Es el fin del caos en las calles o una solución cargada de riesgos?

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11/21/20242 min read

Chile ha dado un paso audaz en la lucha contra el narcotráfico, pero la medida tiene a todos hablando. Con la nueva ley promulgada por el presidente Gabriel Boric, los Carabineros tendrán el poder absoluto para decidir cómo y dónde se realizarán los funerales de narcotraficantes. La pregunta que muchos se hacen es: ¿será esta una solución efectiva o una chispa para encender conflictos más graves?

La normativa es clara: si un narcotraficante muere, su funeral no será motivo de desfiles de poder. No más caravanas de lujo, no más rituales intimidantes, y mucho menos armas o fuegos artificiales que aterroricen a los vecinos. Los Carabineros decidirán hasta el último detalle: el recorrido, el tiempo de velación, e incluso si el féretro va directamente al cementerio sin pasar por ningún velatorio.

La ministra Carolina Tohá dejó claro que la prioridad es garantizar la tranquilidad de las comunidades: "No podemos permitir que los delincuentes sigan utilizando estas ceremonias como una plataforma para intimidar a la ciudadanía. El orden público no es negociable". Y la ley lo respalda. Si las familias incumplen las directrices de Carabineros, enfrentarán multas severas e incluso cargos legales.

Pero no todos están de acuerdo con la medida. Organizaciones de derechos humanos han alzado la voz, calificando esta ley como "un castigo colectivo" para las familias de los fallecidos, quienes, en muchos casos, no son responsables de las acciones delictivas de sus allegados. “Esto puede desatar más resentimiento en comunidades ya vulnerables al narcotráfico”, advierten expertos.

Por otro lado, algunos temen que esta ley pueda convertirse en un catalizador para más violencia. ¿Qué pasará si una banda rival aprovecha la ocasión para desatar un ataque durante un funeral restringido? La medida, aunque contundente, no elimina los riesgos de represalias o enfrentamientos.

Mientras tanto, la ciudadanía está dividida. Para algunos, esta ley es una victoria contra los narcotraficantes y una muestra de que el Estado no tolerará más desmanes. Para otros, es una solución superficial que ignora las raíces del problema: la falta de oportunidades y el abandono de las comunidades más afectadas por el crimen organizado.

Lo que está claro es que el gobierno ha trazado una línea firme: no más espectáculos de terror en las calles. Pero la pregunta sigue siendo: ¿es suficiente esta medida para devolver la paz a las comunidades, o es solo una pausa momentánea en una guerra que parece no tener fin?