Abandonan sus cargos por inseguridad: Guerrero, sin autoridades en algunos municipios.

La creciente inseguridad en Guerrero ha alcanzado un punto crítico, obligando a que varios funcionarios municipales, como Tarsila Molina Guzmán, alcaldesa de San Nicolás, dejen sus cargos. Apenas un mes después de asumir el puesto, Molina anunció su renuncia, uniéndose a la lista de autoridades que prefieren abandonar sus responsabilidades ante el riesgo que enfrentan. La situación, lamentablemente, también incluye a Hildeberto Salinas Mariche, alcalde de Cuajinicuilapa, y a la síndica de ese municipio, Stephani Oliva Zárate, quienes también dejaron sus cargos debido a amenazas.

¿Dónde queda la protección para quienes buscan servir al pueblo? La situación en Guerrero refleja una preocupante falta de capacidad del gobierno estatal para proteger a sus funcionarios. A pesar de las denuncias y las señales de peligro en municipios como Cuajinicuilapa y San Nicolás, las autoridades estatales no han implementado medidas eficaces que brinden seguridad. Esta ola de renuncias evidencia la impotencia de los gobiernos locales ante el dominio de la delincuencia, especialmente en zonas como la Costa Chica, donde la violencia se ha vuelto habitual.

El llamado es claro: los gobiernos deben tomar medidas concretas para restaurar la seguridad y evitar el abandono de autoridades en estos municipios. Si no se prioriza la seguridad, Guerrero podría enfrentar una crisis sin precedentes en su gobernabilidad local.